jueves, 28 de febrero de 2008

Greguerías de sexto


Leímos unas cuantas greguerías de D. Ramón Gómez de la Serna y escuchamos algunas de sus definiciones acerca de su invención. Nos quedamos con la que dice:

Greguería = Humor + metáfora

Pon un comentario votando tus favoritos o escribiendo tus propuestas para añadir a nuestra lista

Y... allá vamos:

  1. El túnel es el agujero negro que separa las carreteras
  2. El arco iris es la luz del sol con diarrea
  3. El trueno es el eructo del cielo
  4. El puente son los ojos de la carretera
  5. El trueno es la espada que protege tu cueva
  6. El arco iris es el camino al país de los teletubbies
  7. El arco iris es una portería colorista
  8. Caundo dsale el arco iris, reina en el cielo
  9. El túnel es el menos 1 del ascensor
  10. Arco iris: los colores disparatados
  11. El negro es la capa de la noche
  12. El trueno es el llanto del cielo
  13. En las tormentas los leones se reúnen en el cielo
  14. El trueno es el rugido celestial
  15. El trueno es la música del cielo a todo volumen
  16. Los truenos más humanos se producen en el lavabo
  17. El puente es un culo boca arriba
  18. El rayo es el fluorescente del cielo
  19. La chimenea es el tobogán de Santa Claus
  20. Cuando Tom y Jerry pasan por el piano tienen que ir directamente al médico
  21. La tiza mancha de nieve la pradera verde del profesor
  22. Los deberes son el horror que acecha entodas las libretas
  23. La tiza es el blanqueador dental del encerado
  24. La tiza son polvos blancos con pegamento
  25. los deberes son las maratones del estudiante
  26. La M es la montaña del abecedario
  27. Los pasamanos son los mayordomos de las abuelas
  28. La tizas son las lágrimas de la pizarra
  29. Deberes: la maldad, cada día aún más
  30. El arpa es el instrumento celestial
  31. El saxofón es el tobogán de los ratones de la Ópera
  32. El microscopio es el ojo del científico
  33. El microscopio es el infiltrado en el mundo de las bacterias

miércoles, 27 de febrero de 2008

Los cinco misterios de la casa encantada

Todo comenzó una noche fría de invierno, en un pueblecito perdido entre unas montañas, de calles estrechas y empedradas, llenas de escondites que sus pequeños pobladores empleaban para sus juegos. Todas las casas formaban líneas rectas, o casi rectas que terminaban en su plaza mayor donde estaba la casa del alcalde y allí era donde se celebraban las fiestas. Rodeando la plaza estaban las casas de las personas ricas del pueblo, y sus fachadas eran de piedra bien trabajada. En los límites del pueblo empezaba el campo con sus caminitos y senderos que conectaban el pueblo con la civilización, aunque esta quedaba a muchas horas a caballo. A una hora a caballo, hacia el este, se divisaba una vieja casa, medio en ruinas, donde las zarzas y otras plantas trepadoras se aferraban a su fachada dándole un aspecto fantasmal. La casa tenía un pequeño cementerio privado, a unos cien metros hacia el norte.

Los lugareños contaban extrañas historias acerca de la mansión del cerro, así llamada por estar elevada con respecto al pueblo. Nadie quería ir por allí, porque decían que ocurrían cosas extrañas. Esta casa era conocida como la casa de las cinco maldiciones: Tesoros malditos, se decía que sus dueños habían sido terratenientes y personas de muchas propiedades que fueron perdiendo por los malos hábitos y negocios poco fructíferos pero antes de arruinarse se decía que la casa contaba con estancias ocultas donde guardaba parte de la riqueza que aún les quedaba; El duende de la aurora, era que en días muy concretos la casa parecía estar brillando con un tono verdoso y fluctuante; la comida embrujada, en tiempos de esplendor se hacían fiestas hasta que se produjo una muerte y desde aquel siniestro suceso todo lo que se preparaba parecía que cobrase vida; Apariciones fantasmales, como toda buena casa posee sus propios moradores intramuros, guardianes de la mansión; aullidos nocturnos, gritos y quejidos que no se podía explicar bien su procedencia.

Todas estas historias no eran más que cuentos de los habitantes del lugar, historias llenas de ignorancia y envidias que el tiempo se encargó de engordarlas creando las leyendas entorno a la casa, o no.
Adrián Freire

domingo, 24 de febrero de 2008

Cuentos misteriosos

Los 3 misterios de la casa encantada

Había una vez un niño que le fascinaban los misterios y en la casa de enfrente había algún que otro. El, ya llevaba 8 años intentando averiguar sus misterios y...
-¡JUANJOOO! A cenar -dijo su madre.
-¡Ya voy, mamá! -respondió él.

Muchas noches salía a merodear por casa de su vecino D. Álvarez. Cualquiera que ahí entrase no saldría jamás.

Juanjo había hecho un estudio de su vecino. Él era simpático de las 9:00 a las 23:00 horas, y en lo que respecta a hablar, no le gustaba nada. Juanjo era un niño de 12 años formal y sabía que no era nada bueno hablar con el vecino de su casa.

En estos 8 años de investigación nunca se había atrevido a entrar ahí, pero esta noche iba a ser distinta.

-¡Ahhh! -Bostezó

Estaba muy cansado, pero se dijo:

-Me colaré aunque sea lo último que haga.

Juanjo, animado con su escopeta de balines de plomo, entró y lo que vio fue, fue, fue...

impresionante ...

Había miles de cosas antiguas que llevaban a habitaciones :jarrones, vasijas, cuadros, etc...

Esa casa tenía tres puertas de 90 m2 cada una.

En la primera había una máquina de videojuegos y nada más.

Juanjo, como haría cualquier niño, empezó a jugar y de pronto el videojuego le absorbió y hasta que consiguió pasárselo, no salió.

En otra sala había una ocarina y Juanjo la tocó y pasó algo alucinante: se quedó en el otro extremo de la habitación y entonces dijo:

-Me-lo-llevo, como ese anuncio que había visto en la tele.

Pero un campo de fuerza lo atrapó en la habitación hasta que la saltó, pero en la otra había algo tremendo: allí estaba D. Álvarez.

y Juanjo se dijo:

-¡Oh, no. ¡Son las 12!
D. Álvarez cogió un cuchillo y lo persiguió. Entonces Juanjo le pegó un tiro en la pierna para sólo herirlo.
Juanjo escapó hacia su casa y lo que fue de D. Álvarez nadie lo sabe.



D. Álvarez cogió un cuchillo y lo persiguió entonces Juanjo le pegó un tiro en la pierna para solo herirlo.

Juanjo escapó hacia su casa, y lo que fue de D. Álvarez nadie lo sabe.
Luis Bocelo